El Alakrana, otra de piratas.

El secuestro del Alakrana (atunero vasco que permanece en manos de piratas somalíes desde el pasado 2 de octubre) ha entrado en un callejón sin salida. Expertos en la materia indican que la detención y entrega, a la justicia española de dos de los piratas, por la fragata Canarias, ha complicado sobremanera la situación. El Gobierno explora todas las vías jurídicas, legales, para acelerar al máximo la liberación del pesquero según dijo el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, tras la reunión del gabinete de crisis formado por el Ejecutivo para resolver el caso.

Mientras, los familiares de los 16 marineros españoles retenidos en el atunero (de un total de 36) se reunieron con el presidente Zapatero, durante dos horas y cuarto en La Moncloa. Antes pasaron por la Audiencia Nacional (a este órgano correspondería la liberación de los piratas), donde pidieron al presidente, Ángel Juanes, que adopte las medidas necesarias para liberar a los corsarios.

Existen muchas especulaciones acerca de la cabeza que comanda a los piratas pero sería interesante conocer la situación de Somalía. Saber sobre las características de quienes se suman a la actividad del pirateo.

Somalia posee el litoral más extenso de África con 3.300 Km. Sus aguas contienen un enorme banco pesquero que ayudaba a sobrevivir a las poblaciones del litoral, abandonadas a su suerte como el resto del territorio.

Desde el instante en que el país se hundió en la violencia tras la desaparición de una organización administrativa efectiva, Somalia sufre la peor catástrofe humanitaria del mundo. Según la ONU, mucho más acuciante y menos atendida que las de Darfur y Afganistán. La gota que rebalsó el vaso fue la invasión etíope, con apoyo de los EEUU, que comenzó en diciembre de 2006. Una rápida carrera hacia el caos.

Desde la caída del gobierno a principios de los años 90, flotas extranjeras comenzaron a practicar la pesca ilegal en aguas somalíes, así como vertidos tóxicos y nucleares. Decenas de naves de los países de la Unión Europea, de Japón y de Rusia saquearon impunemente parte del producto de su mar. Frente al riesgo de perder su fuente principal de ingresos, los pescadores autóctonos optaron por armarse y atacar a los barcos.

La falta de un gobierno central, sumado a la ubicación del país en el denominado Cuerno de África, fueron los factores que facilitaron el surgimiento de la piratería en aquel país. De algún modo, lo que hacían era cobrar ellos mismos los dividendos que no recibía Somalia por faenar en sus costas. Claro que actualmente la empresa crecido y se ha desarrollado notablemente.

Quienes son los piratas? Son jóvenes de zonas muy pobres que encuentran en estas actividades ilegales una aspiración y una única salida. Las cuantiosas sumas de rescate pedidas rondan entre los 250.000 y el millón de euros. De media, un somalí gana 600 euros al año y un pirata, 8.000 en un abordaje. Las bandas las integran pescadores, ex combatientes y técnicos expertos en aparatos de última tecnología. Hasta abril de 2009 se calculan unos 1.500 individuos implicados en la piratería, a diferencia de los poco más de cien que participaban siete años atrás. Por lo general los ataques son realizados por un grupo de siete a diez individuos en rápidos botes con motores fuera de borda. Usualmente parten desde una nave nodriza. Una vez realizado el abordaje, permanecen unos 50 piratas en la nave, otros 50 esperan en la costa por cualquier eventualidad.

Entre el armamento utilizado en las embestidas se encuentran fusiles Kalashnikov y lanzagranadas. Emplean en sus operativos teléfonos satelitales y GPS. Asaltan el barco sujetándolo con ganchos, a veces, impulsados a manera de proyectil, para trepar luego con cuerdas y escaleras.

No solo los piratas y la población en donde se asentaron (Eyl) disfrutan de los beneficios sino que los señores de la guerra (vendedores de armas) ganan fortunas con estas organizaciones ilegales.

El poblado de Eyl se ha desarrollado debido a que se ha convertido en centro de las actividades piratas. Los habitantes acceden a las últimas innovaciones tecnológicas (teléfonos móviles, laptops, coches de alta gama). Incluso han sido reciclados y preparados restaurantes para los secuestradores. Entre los partícipes de las actividades hay quienes se especializan en las negociaciones y otros ejercen de contadores. Un traductor puede ganar unos € 5.000 por subirse a un barco y conversar con los rehenes. El ingreso de dinero por los cuantiosos rescates ha resultado en una vida ostentosa para los piratas, ya que les permite construir casas y tener varias esposas. Con todo, se especula que los más favorecidos en el lucro son los jefes de milicias que dominan parte del país y los financistas de estos operativos que residen afuera de Somalia.

Entre los casos más sonados de ataques se encuentran el realizado en el buque petrolero Sirius Star, en noviembre de 2008, y el carguero Maersk Alabama en abril de 2009, donde el FBI intervino para apoyar las negociaciones de liberación.


Como responde la comunidad internacional?

Francia y próximamente España incluyen en los pesqueros seguridad privada armada lo cuál les complica a los piratas el abordaje a los barcos.

Uno de los medios utilizados para enfrentar esta situación es la Task Force 150, coalición naval multinacional que opera en el golfo de Adén, el golfo de Omán, el Mar Arábigo, el Mar Rojo y el Océano Índico.

Hillary Clinton, Secretaria de Estado de EEUU, anunció el 15 de abril el incremento de la vigilancia en aguas somalíes y el decomiso de las ganancias que puedan hacer los piratas con su actividad, incluyendo la sanción a empresas que les vendan armas o equipo de comunicaciones. Además de buscar soluciones mediante encuentros con las autoridades de Somalia, líderes regionales y empresas navieras.

Bajo iniciativa de la ONU y la Unión Europea, en abril de 2009 se organizó un encuentro en Bruselas para buscar el aumento de la ayuda a Somalia y el fortalecimiento de su estado de derecho.

Alguien sabe a que conclusiones se llegó? Los piratas tampoco.