El guardameta de la selección alemana de futbol, Robert Enke, quien jugó para el equipo CF Barcelona y el Tenerife del futbol de la primera división de España, se suicidó tirandose a las vias al paso de un tren en el barrio de Eilvese, al norte de Hannover.
El jugador de 32 años de edad, que actualmente pertenecía al Hannover 96, de la Busdestliga y no pasaba por su mejor momento anímico indicaron fuentes oficiales.
Todos aquellos que lo conocieron lo consideraban un hombre afable, educado, inteligente, humanitario, caritativo y cariñoso. También conocían que el deportista sufrió en el pasado algunos trastornos depresivos fruto de la perdida de su hijita en 2006, con apenas dos años de vida. Lara quien sufría un grave trastorno coronario, falleció dejando un gran vacío en Enke y su esposa Teresa. El superó la pena volcándose al trabajo inmediatamente después del sepelio y grabando el nombre de su hija en enormes letras góticas en su muñeca derecha. El portero retomó, además, una actividad que había empezado en España: recoger perros callejeros para brindarles albergue y luego repartirlos entre conocidos.
Enke se comprometió en diversas campañas sociales y de caridad. En mayo pasado la pareja adoptó a una bebe de apenas dos meses, Leila, y con ello volvió a ser una familia. Su esposa Teresa contó, en rueda de prensa hoy, sobre las depresiones recurrentes del arquero, agudizadas en los últimos meses por el temor de que, en caso de salir a la luz pública, se correría el riesgo de perder la patria potestad sobre la hija.
En la carrera con los clubes, así como en lo privado, el panorama no había sido siempre positivo; en compensación parecía que su curriculum en la selección nacional alemana estaba destinado a llenarse de páginas donde quedaría escrita una historia exitosa.
Enke se comprometió en diversas campañas sociales y de caridad. En mayo pasado la pareja adoptó a una bebe de apenas dos meses, Leila, y con ello volvió a ser una familia. Su esposa Teresa contó, en rueda de prensa hoy, sobre las depresiones recurrentes del arquero, agudizadas en los últimos meses por el temor de que, en caso de salir a la luz pública, se correría el riesgo de perder la patria potestad sobre la hija.
En la carrera con los clubes, así como en lo privado, el panorama no había sido siempre positivo; en compensación parecía que su curriculum en la selección nacional alemana estaba destinado a llenarse de páginas donde quedaría escrita una historia exitosa.
Dios te de paz, Robert Enke.
1 comentarios:
che gloria, lo de este arquero me dio mucha pena,
tks por el link pero pusiste uno que creo di de baja, no use mas
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